Los motivos de Rosalinda

Obviamente, mi nombre no es Rosalinda Fox ni estoy muerta. Su existencia y el personaje recreado de forma magistral por la escritora María Dueñas en su novela El Tiempo entre costuras, me inspiraron a la hora de enfrentarme a la vida y llevar a cabo proyectos.


Esta es mi historia (si quieres leerla, y si pones el "modo irónico" en ON se te hará más amena):

1) Estudié Historia del Arte y no me sirvió de mucho a la hora de encontrar un puesto de trabajo en mi país de origen, España. En Italia ha sido otro cantar (aquí resido en la actualidad). Continué con mis Estudios Avanzados en la Universidad, y completé mi período de docencia con una especialización en Historia del Arte Medieval. Me fascinaba investigar, estudiar, escribir, descubrir cosas nuevas... Allí, en la Universidad, en las "altas esferas", por así denominarlas, me topé con un mundo de envidias, enchufes y recomendaciones. Cuando iba a obtener una beca y una recomendación por mis magníficas calificaciones en el Doctorado, la profesora titular universitaria -ya jubilada o descansando en paz en estos momentos- decidió recomendar a la hija de una amiga de una persona de una hermana....(etc)... amiga suya. Me quedé sin beca (sin boca y sin lengua). Es decir, sin dinero para seguir costeándome un Doctorado. Y me costó más de un berrinche. Las invitaciones a café de mi padre -trabajador incansable en un bar desde los doce años- a la susodicha no sirvieron de mucho. La verdad es que apenas ella se interesaba por mí. Y este es uno de mis motivos. La falta de interés del profesorado universitario por el alumnado. Otro: el sillón para calentar el trasero. Otro: las clases despersonalizadas y la desmotivación de esa generación de profesores que me tocó en suerte -la mayor parte de ellos con una media de sesenta años de edad-. Otro: El escaso número de proyectos y oportunidades para los estudiantes (por no decir nulo). Y otro: los enchufados. Se acabó mi etapa universitaria.

2) El Doctorado lo simultaneé con trabajos esporádicos como azafata, bedel, secretaria o administrativo. Mi sueldo neto nunca llegó a mil euros. Pero pude pagarme la academia para estudiar las oposiciones para el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos Estatales. Desde marzo de 2009 hasta abril de 2010 estuve preparando una oposición que no se volvió a convocar hasta finales de 2016. Me enseñaron a elaborar un temario de 147 temas, pruebas de idiomas, simulacros, fichas técnicas, casos prácticos... No falté ni un sólo día a clase. Nunca me rendí. La última oposición que salió fue en septiembre de 2009 (dos plazas) y con menos de seis meses de preparación para un grado A1, no pude ni siquiera firmar el examen. No había ni completado el temario. Me fue imposible. Si multiplicamos 150 € al mes por trece meses que son los que estuve en la Academia, son 1950 € los que dejé en la Academia (más la matrícula), más mi ilusión, mis ganas y mi motivación por hacer realidad mis sueños. Supongo que las bajas que haya en museos, jubilaciones o personal para nuevos proyectos, serán cubiertas por especialistas seleccionados de entre el personal que ya estaba trabajando allí o bien a través de empresas subcontratadas.

3) Por motivos familiares, me trasladé a vivir a Italia. La situación referida más arriba fue hasta el año pasado (2016) más de lo mismo aquí abajo. Pero mucho más reducida al habitar en una provincia. El mamoneo, nivel de enchufe y lameculismo buen posicionamiento supera todas las expectativas. He podido trabajar como auxiliar de sala, bedel o azafata. También en la tienda del Museo y billetería. Nunca contratada a nivel funcionario o mediante examen. Siempre a través de una cooperativa subcontratada por el Ayuntamiento. El sueldo, y lo denuncio públicamente, es muy bajo. Para realizar el trabajo de auxiliar de sala exigen una licenciatura y el dominio de una lengua comunitaria, y si puede ser inglés, mejor que mejor. Además de ello, el certificado del curso de la Cruz Roja de Primeros Auxilios (no paga la cooperativa, paga el trabajador); y certificado del curso Antiincendios (riesgo medio), también pagado por el trabajador. El primero son 80 euros y el segundo 96 euros. El horario no es fijo, sino por turnos que van cambiando según las necesidades. La hora es pagada a 5,90 € netos. El Ayuntamiento abona a la cooperativa 18,00 euros netos la hora, y el trabajador recibe por hora 5,90 €. Muy rentable (para ellos, claro). El nivel de apatía y frustración comienza a dispararse a estas alturas. En Madrid, cuando trabajé de azafata en el Templo de Debod (gestionado por el Ayuntamiento de Madrid, pero su servicio de azafatas y guías es llevado por una empresa subcontratada), la situación y las condiciones eran casi las mismas. En 2009 y 2010 la empresa era Servicios Empresariales Asociados, y la hora neta se pagaba a 5,40 €. Básicamente, los requisitos eran los mismos, aunque no era necesaria la licenciatura y el curso obligatorio era el de Prevención de Riesgos Laborales (pagado también por el trabajador).

4) Todo el tiempo y el dinero que he invertido en mi formación a lo largo de estos años, desde que comencé la carrera en 1996 hasta el mes de julio de este año, que terminó mi contrato con la cooperativa, ha sido excesivo. En todos los trabajos y proyectos, he puesto ganas, ilusión, le he echado horas, fines de semana y festivos. Días encerrada en la biblioteca elaborando trabajos, temas, comprando libros, fotocopiando apuntes, manuales... Horas de ordenador en casa, en biblioteca, cuadernillos usados, agendas, fechas de simulacros, pruebas de audición de idioma, exámenes, matrículas, cursos, seminarios... Para no llegar a nada... Mi autoestima se vio minada, me sentí frustrada profesionalmente, llegaron las depresiones y ansiedades, llegaron días buenos y me hice fuerte, otros días volvía a ser débil, pero nunca, nunca, ni yo misma, terminé con mi amor por la Historia del Arte.

5) Como consecuencia de ello, presento mi blog, Los Cuadernos de Arte de Rosalinda Fox. Un espacio serio y trabajado, con muchas referencias, bibliografía, artículos, actualidad, cultura, historia, arte, exposiciones... donde tod@s tenéis cabida, con vuestras opiniones, aportaciones, y por supuesto, con vuestra lectura.

6) En la actualidad (agosto de 2017), y debido a mi carácter inconformista, testarudo, cabezota... Y mi tenacidad, y "ganas de más", me dedico a la enseñanza de la lengua española. A través del Instituto Cervantes hice un máster en Enseñanza de Español como Lengua Extranjera (ELE) y en septiembre comienzo un nuevo año escolar en Italia como profesora titular de Español (como segunda lengua extranjera) en la Escuela Infantil, Primaria y Media; y profesora auxiliar de la asignatura Arte e Imagen. Lo que he entendido en estos tiempos es que no hay que rendirse. Que la mitad o gran parte de la formación y experiencia que acumulamos en nuestros años laborales y de estudio no sirve para nada. Pero otra gran parte sí que lo hace. No te rindas. Busca. Recíclate. No dejes de aprender y de tener curiosidad. Ábrete a otros campos. Muévete.

7) Por todos estos, mis motivos, escribo muy esporádicamente en el blog. De todas formas, disfrutad de la lectura y suscribiros a mis publicaciones para estar al tanto cuando salgan. ¡Mil gracias por seguirme!

Gracias a cada uno de vosotr@s y bienvenid@s